5. Cierre:
- En este punto, se puede cerrar el problema junto con cualquier incidente relacionado. También se debe verificar que los detalles ingresados durante el proceso de registro y clasificación sean precisos.
- Revisión: Durante esta etapa, es importante revisar la resolución del problema y su impacto en el negocio, así como realizar un análisis de riesgos. Esto asegura que el proceso de Gestión de Problemas se lleve a cabo sin inconvenientes y se mejore continuamente para el futuro. Esta revisión se registra y se comparte con equipos e individuos relevantes.
Mejores prácticas de la Gestión de Problemas
Aprenda de problemas anteriores e integre la Gestión de Problemas con otros módulos: al comprender los problemas que han ocurrido en el pasado y analizar los patrones, se puede asegurar que no volverán a ocurrir, ahorrando así tiempo y recursos. Además, la integración de la gestión de problemas con otros módulos de ITIL, como la gestión de cambios y la gestión de incidentes, permite que la información esté sincronizada y sea coherente.
1. Asigne un administrador de problemas dedicado:
Esta persona tiene funciones y responsabilidades claras y la capacidad de ejecutar el proceso de Gestión de Problemas de acuerdo con los estándares de ITIL. También actúan como enlace entre el administrador de incidentes y el administrador de cambios.
2. Establezca una estrategia de comunicación:
Cuando surge un problema, es importante mantener abiertas las líneas de comunicación entre los procesos de Gestión de Incidentes, Cambios y Configuración y, en última instancia, se proporcionan actualizaciones a los usuarios finales afectados. Aquí es donde la automatización dentro de su herramienta de mesa de servicio puede ser útil.
3. Haga uso de la Gestión de Problemas tanto proactiva como reactiva:
Comprender las diferencias de los escenarios en los que se pueden aplicar. Especialmente, en el caso de la gestión proactiva de problemas en la que se puede evitar que ocurra el problema en primer lugar.
4. Manténgase al día con los SLA (Acuerdos de Nivel de Servicio):
La Gestión de Problemas tiene sus propios SLA y garantiza que pueda cumplir con estos plazos según la gravedad y la urgencia.
5. Compruebe la KEDB (Base de Datos de Errores Conocidos):
En el caso de que ya exista un rico repositorio de problemas que ocurrieron en el pasado y también soluciones alternativas, consulte la KEDB para una resolución más rápida de los problemas.
6. Siga todos los pasos del flujo:
El flujo de Gestión de Problemas es una guía paso a paso para una resolución rápida y eficaz. Asegúrate de seguir los pasos sin saltarte ninguno.
Solución tecnológica para la Gestión de Problemas